Covid-19 y crisis económica impide a nicaragüenses cumplir promesas de la Gritería

La crisis económica, el desempleo y el temor de contraer el Covid-19, impidió que muchas familias celebraran la Gritería.

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  • diciembre 07, 2020
  • 12:03 PM

Junieth Villanueva ha celebrado la Gritería desde el 2014 en su casa de habitación en el barrio Batahola Sur, Managua. Aunque inició por su cuenta para darle continuidad a la celebración que hacía su abuelita, fue en 2015 que empezó a festejarla como pago de una promesa.

Villanueva cuenta que un padecimiento en el corazón que la llevó a decirle a la virgen que si mejoraba su condición de salud, la iba a celebrar cada 7 de diciembre.

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“Siempre he creído en la Virgen, soy muy devota de ella, yo presenté problemas en el corazón y me puse en sus manos. Me iban a operar a corazón abierto y yo le dije que si me sanaba, yo iba a seguir la tradición de mi abuelita en hacer la Purísima. Yo doy comida, juguetes, pelotas”, comentó Villanueva.

Para poder gritarla, Junieth ahorra dinero todo el año, pero en esta ocasión tendrá que dejar ese ahorro para el 2021, porque por causa de la pandemia del coronavirus decidió no hacerla.

TEMOR POR EL COVID-19

“Teníamos planeado hacerla, pero decidí que no porque por el virus, el Covid-19, es un riesgo, está mi familia, mis padres que ya son de la tercera edad, mis sobrinitos, entonces siempre nos reunimos en familia. Me ayudan mis primos, mis tíos también con la gorra, entonces no los quiero poner en riesgo. Además, también quiero evitar la aglomeración de la gente, porque todos se juntan para entrar”, expresó Villanueva.

Añadió que es triste el hecho de incumplir su promesa este 7 de diciembre, pero “primero es mi familia. La gente siempre pasa por aquí, porque sabe que la celebramos todos los años, pero ahora me da nostalgia, porque no voy a poder”.

Aunque en el caso de Villanueva, la Purísima no se hará por la pandemia, hay otros hogares que dejarán de celebrarla este año por el factor económico. Tal es el caso de Marcela Cruz, que el desempleo la hará incumplir su compromiso.

CRISIS ECONÓMICA

Cruz cumpliría diez años este diciembre de celebrar la Purísima. Su rezo forma parte de una tradición heredada por su mamá, quien desde joven, asegura, realizaba el festejo.

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“Desde que yo era una niña ella celebraba la Purísima, ella falleció a inicios del 2010, entonces yo dije que iba a continuar con su devoción hasta donde pudiera. Lamentablemente este año no voy a poder, porque no tengo los recursos para gritarla a como lo he hecho todos los 7 de diciembre”, relató.

Y es que a mediados de este año el esposo de Cruz quedó desempleado producto de la pandemia del coronavirus, lo que no le permitió seguir con el ahorro para la celebración a María este mes.

“Hicieron recorte de personal en el lugar donde él trabajaba y lamentablemente él fue uno de los que le tocó irse…, entonces no pudimos seguir con el ahorro. A mí me da tristeza, porque sinceramente no pensé que en algún momento no iba a poder gritarla, pero la virgen sabe que no lo hago porque no quiera, sino porque esta vez no puedo”, dijo Marcela.

Cada celebración en su casa de habitación en el barrio Monseñor Lezcano, asegura que siempre trataba de dar lo menor no por lujo, sino por festejar a la madre de Jesucristo. Pese a que este año no gritará a la Virgen, señala que ha estado rezando la novena y concluirá este 7 de diciembre.

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