Obispo Báez: "Los pastores no deben involucrarse en la elaboración de estrategias políticas partidarias"

El Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, ha defendido la labor pastoral de los religiosos durante su homilía de este domingo. "Estamos llamados también a denunciar con valentía y claridad, a la luz del Evangelio, todo lo que se opone al plan de Dios y atenta contra la dignidad y la libertad de las personas. Este es nuestro modo de entrar a la vida política”, dijo en un mensaje en el que también mencionó que no deben participar en la elaboración de estrategias políticas partidarias.

Las reflexiones de Báez, llegan en un momento en que Nicaragua cumple cinco años de crisis social y política, que la dictadura de Daniel Ortega profundiza cada vez más. En tanto, la oposición política, la mayoría en el exilio porque fueron desterrados unos y obligados al exilios otros,  no parece encontrar un camino para unirse y ayudar al país.

Al contrario se trenzan en cuestionar el pasado de algunos líderes, sus orígenes y se restan representación legítima, debates que han terminado zanjeándolos, debilitándolos como agrupación política y fallando frecuentemente en sus intentos por exigir democracia en Nicaragua.

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“Hay que tomar en las manos el fracaso y la tristeza y disponernos a caminar otra vez”, recomendó el religioso.  “No debemos quedarnos rumiando los errores, no podemos estar empantanados en nuestras debilidades, no es posible vivir solo con la nostalgia de lo que creíamos que iba a ser, pero que no fue, no es sano vivir lamentándonos y culpándonos”, dijo.

Báez recomendó a los pastores de la Iglesia no casarse con ideologías políticas. “Los pastores de la Iglesia no deben identificarse directamente con ningún grupo social o ideología política, ni mucho menos involucrarse en la elaboración de estrategias políticas partidarias. El compromiso evangelizador de los pastores en la vida política se sitúa en el ámbito del anuncio de los valores evangélicos con el fin de iluminar el corazón y purificar la razón de las personas y de los grupos", agregó.

“CAMINAR OTRA VEZ”

El religioso explicó que su reflexión se desprende del evangelio de San Mateo, específicamente el capítulo referido al ascenso de Jesús al cielo después de la resurrección. “Después de la ascensión del Señor comenzó la experiencia nueva de la fe y de la misión de la Iglesia”, señaló.

Recordó que después de ese hecho, los discípulos volvieron a Galilea. “Hay que caminar otra vez. Hay que volver a Galilea, hay que volver al principio de todo, hay que comenzar otra vez. Siempre que emprendamos el camino otra vez, allí estará Jesús esperándonos para darnos su fuerza para volver a empezar”, reflexionó.   

Recordó que los discípulos estaban en Jerusalén después de la muerte de Jesús y ahora, según el evangelio, debían volver a Galilea, allí donde “el Maestro” había iniciado su ministerio y los había llamado y donde ellos comenzaron a seguirlo.

 “Desde Jerusalén a Galilea los discípulos deben hacer un largo viaje. Tendrán tiempo suficiente para reflexionar y repensar otra vez las palabras del Maestro y todo lo que ha ocurrido. Van quizás con sentimientos de tristeza, de fracaso y de impotencia, pero deben volver allí donde empezó todo. Deben volver a Galilea, donde Jesús los ha citado”, expresó.

El religioso insistió en recordarle a los cristianos que "con Jesús resucitado siempre es posible volver a comenzar". En otra parte de su reflexión, el religioso señaló que los cristiano deben vivir siempre en el camino, sin acomodarse “nunca a la mediocridad, sin ser indiferentes ante el dolor de los demás y los problemas del mundo. Jesús nos imaginó en camino, acercándose a todos los hombres sin distinción (…)”, dijo.

COMPROMISOS A CUMPLIR

El obispo Báez dijo que todos los cristianos, igual que los discípulos que acompañaron a Jesús en su paso por la tierra, deben anunciar el Evangelio a todos los pueblos. “No solo acercándonos a las personas individualmente, sino comprometernos activamente por impregnar con los valores del evangelio la cultura, las estructuras sociales y la vida política del país”, añadió.

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Dijo que en este esfuerzo por evangelizar la sociedad, el clero y los laicos tienen funciones complementarias.

“Los laicos --amplió--  deben anunciar y testimoniar el evangelio sobre todo a través su compromiso en la vida social y política. Guiados por el Evangelio, los laicos tienen la misión de hacerse presente en la sociedad a través de su trabajo responsable y honesto, deben comprometerse en la organización de grupos y partidos políticos que no contradigan los grandes valores del evangelio”.

Agregó que deben  luchar activamente “contra las injusticias, llevar adelante diálogos constructivos por el bien común, generar estrategias de lucha política y estar presentes en las estructuras sociales y de poder”. Y en el caso de los religiosos, deben transmitir la doctrina moral y social de la Iglesia.

“Los obispos, junto con los sacerdotes, estamos llamados a formar las conciencias de las personas en su vida personal y en la vida política, ayudando a que todos perciban las exigencias de la justicia. Estamos llamados también a denunciar, a la luz del Evangelio, todo lo que se opone al plan de Dios y atenta contra la dignidad y la libertad de las personas”, señaló.

SIN IDEOLOGÍAS, DICE

Recordó que la Iglesia, “a través de su magisterio social desean simplemente contribuir a la purificación de la razón y aportar su propia ayuda para que lo que es justo, aquí y ahora, pueda ser reconocido y después puesto también en práctica (Deus caritas est, 28)".

“Los pastores de la Iglesia no deben identificarse directamente con ningún grupo social o ideología política, ni mucho menos involucrarse en la elaboración de estrategias políticas partidarias”, explicó.

 “El compromiso evangelizador, de los pastores en la vida política se sitúa en el ámbito del anuncio de los valores evangélicos con el fin de iluminar el corazón y purificar la razón de las personas y de los grupos”, añadió.

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Para finalizar recordó la promesa de Jesús en la que señala que él siempre estará con los suyos. “He aquí que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Son sus últimas palabras en el evangelio de Mateo. Estaré con ustedes todos los días, siempre, no lo duden. Nunca estarán solos”, reiteró.

“Jesús acompaña con su presencia la vida y la misión de la Iglesia. En las noches de la misión, Jesús brilla como luz apacible que ilumina y consuela a la Iglesia; en la debilidad y la persecución, él la fortalece con su amor para que no desfallezca”, dijo.